Me llamo Cristina y tengo 27 años, soy la madre de cinco niños, una de ellas aún está en camino.

Dentro de nuestra familia tenemos dos hijos con discapacidad. Beatriz, con 4 años y una enfermedad genética acompañada de autismo. Después de ella está Rafael, que tiene tres años y un diagnóstico de trastorno de espectro autista. Nuestra familia pertenece a PRODE desde hace ya tres años, cuando apenas Beatriz había cumplido 18 meses. Desde entonces hemos sido beneficiarios de sesiones de logopedia, así como de estimulación cognitiva. Rafael lleva tan solo un año acudiendo a atención temprana y ahora además estamos dentro del proyecto Conciliados.

Si me preguntan qué es lo más necesario para la conciliación en familias con algún hijo con discapacidad diría que es el poder llevar a cabo de una forma relajada aquello que para cualquier familia no supone ningún conflicto, lo más sencillo, aquello que es secundario y sin embargo hace que lo verdaderamente importante se vea inalcanzable, como el simple hecho de hacer una compra, hablar con un profesional o profesor, salir de paseo, porque tu hijo te necesita para algo tan básico como mantener la calma, comer, no cruzar una calle sin ninguna precaución, disfrutar de un cumpleaños, salir a comprar… podría hacer una lista inmensa, y al igual que yo estoy segura de que el resto de familias, ya sean o no numerosas viven cada día circunstancias similares.

Cuando nos propusieron como candidatos para el proyecto conciliados no era muy consciente de en qué consistía, pero aun así decidí solicitarlo. Nuestra situación actual es, en muchos aspectos, complicada, muchas idas y venidas a centros de intervención, citas médicas, colegios y el simple día a día, que muchas veces se presenta como un verdadero desafío. Todas las familias numerosas tienen que afrontar retos, pero cuando están formadas por niños con necesidades más específicas, los desafíos muchas veces son en las cosas más simples de una rutina, ya sea el vestido, el aseo, la alimentación, el sueño… así que el simple hecho, de en nuestro caso, contar con Laura como facilitadora de apoyo  para llevar y recoger a los niños yo sola, mientras dejo a los pequeños en casa, ha sido una ayuda muy significativa, ya que puedo desenvolverme con mucha más rapidez y de forma práctica, así como prestar más atención a cualquier necesidad que presenten cualquiera de mis hijos en sus respectivos centros educativos.

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