Me llamo Tomás Molina Rodríguez, tengo 61 años y nací en Pozoblanco (Córdoba) y vivo con mis hermanas.
De mi querido pueblo recuerdo con mucho cariño cuando estuve trabajando con mi tío Jesús, «El Pocholo» arreglando aparatos de radio y braseros eléctricos.
Soy una persona generosa, tengo buenas intenciones, con un gran corazón y simpático. La verdad siempre estoy sonriendo, aunque cuando me enfado, también sale mi vena respondona.
Tengo don de gentes, he salido mucho y tengo mucha sociedad, conozco a mucha gente que, cuando nos vemos nos alegramos y charlamos.
Llevo en Fundación PRODE 17 años, en concreto el 24 de abril de 2006. Ese día me sentí muy bien y alegre de pertenecer a la familia de PRODE. Aquí están ahora mis amistades y mi vida, una vida llena de muchas cosas y sentimientos, intentamos ser felices y aprovechar lo que viene en la medida que podemos, la vida va que chuta.
En la actualidad estoy trabajando en el taller de manualidades y almacén con Mari Carmen Rubio, la aprecio mucho, realizo tareas de control y registro de llaves, me encargo de cerrar el taller cuando nos vamos al comedor, cojo el teléfono y atiendo las llamadas cuando vienen vehículos, estoy al tanto de todo lo que pasa por mi centro.
Mis hobbies son jugar al dominó y a las cartas españolas, compartiendo partidas con mi gran compañero Quinito. También me gusta jugar al billar, tengo varios trofeos por ganar campeonatos a los que me presenté hace tiempo, esto lo tengo dejado últimamente, pero todo sea, que me anime de nuevo.
Lo que más me gusta es ir al bar a tomar algo y charlar con la gente, esos ratos son la vida. La verdad, me siento muy feliz y querido en PRODE, aquí está mi vida y me realizo como persona. Un saludo para todo el mundo.