Ya lo decía el filósofo y escritor Miguel de Unamuno: “el progreso consiste en renovarse”.

Sin transformación no hay futuro y el cambio no nos puede pillar de improviso. Las organizaciones sociales tienen la obligación de formar parte de él y evitar que venga impuesto o les sorprenda sin las herramientas y conocimientos adecuados; tener un enfoque proactivo ya no es una alternativa.

Los cambios siempre encierran un proceso, un movimiento interno y un aprendizaje. Implican una constante invitación hacia la reflexión, una permanente búsqueda hacia la mejora, la excelencia y la profesionalización, para lo que es indispensable cuestionar los propios métodos y modelos si se quieren alcanzar los objetivos. Saber cuál es la disposición al cambio para mejorar la sociedad depende, en última instancia, de cada persona. Por su parte, los organismos, instituciones y entidades deben dotar a todas las personas que forman parte de ellas de los conocimientos necesarios para que tengan la oportunidad de sumarse al cambio.

En estos últimos años, las organizaciones del ámbito social han conseguido ampliar sus habilidades, así como, crear e implementar nuevos modelos y enfoques que repercuten, directamente, en la inserción laboral y/o social de las personas, condición indispensable para conseguir el fin último: que todas las personas sean felices y tengan una vida con sentido.

Las antiguas inercias ya no sirven, se debe replantear cada acción, por cotidiana que sea, para adaptarse ante una sociedad cada vez más mutable, en la que los avances tecnológicos tienen un impacto determinante.

Históricamente, la transformación digital ha sido, y en parte sigue siendo, adoptada por la empresa ordinaria con mayor agilidad que en el tercer sector, sin embargo, las entidades sociales tienen la responsabilidad de sumarse a los avances tecnológicos que facilitan la automatización y optimización de procesos internos, conceden nuevas formas de comunicarse y permiten diferentes métodos para captar recursos externos. Sin lugar a dudas, para el tercer sector es una gran oportunidad que da pie a rediseñar su modelo de gestión y operativo actual y transmutarse en un sistema eficiente, sostenible y socialmente responsable.

Los asuntos económicos, sociales y ecológicos deben manejarse en una relación de equilibrio, a fin de brindar a las generaciones actuales y futuras el bienestar integral. Con este modelo, las personas podrán desarrollar eficientemente sus capacidades, aprovechando los recursos naturales valorados y sostenidos en el tiempo. Para ello, los organismos deben plantearse qué acciones realizan para conseguir la reducción de la pobreza, la inclusión social, la reducción de las desigualdades y la elevación de los niveles de vida de la sociedad.

Y, por supuesto, no se puede hablar de transformación sin tener en cuenta la creatividad e innovación. Estos dos conceptos se han convertido en imperativos para asumir los grandes retos y son una condición indispensable para la supervivencia de una entidad. 

Desde las organizaciones se debe promover la formación, utilizar y reutilizar el conocimiento, desarrollar estrategias y metodologías innovadoras para contribuir al desarrollo personal y social.

Los cambios nunca son fáciles, pero sí necesarios; sobre todo, cuando se tiene la certeza de que se pueden alcanzar cotas más elevadas de bienestar, igualdad, calidad de vida y felicidad.

Requisito para que se cumpla con estos propósitos es establecer alianzas con otras entidades, ya que brindan la posibilidad de sumar conocimiento, capacidades y recursos para impulsar su crecimiento y alcanzar los objetivos de los agentes colaboradores. Los grandes retos sólo se superan colaborando, y ese es el camino para que los organismos encuentren maneras novedosas y de más valor social de impactar en el mundo.

Precisamente, las VI Jornadas Fundación PRODE, que se celebrarán el próximo mes de mayo, pretenden abordar y compartir las nuevas perspectivas que se abren en el ámbito del tercer sector con un fin claro: contribuir de manera útil y efectiva a implantar nuevos enfoques y soluciones, con los que generar mejores resultados.

Las VI Jornadas PRODE se han consagrado al reto de la transformación como garantía de futuro. En ellas se abordarán, desde una perspectiva práctica, nuevas soluciones y enfoques a los desafíos inéditos que van a condicionar la vida de muchas generaciones: el camino para tener nuevas y mejores organizaciones sociales, cómo lograr la sostenibilidad económica para conseguir un mayor impacto social, la importancia de las empresas socialmente responsables, la digitalización como factor clave, la gobernanza de las organizaciones o la adopción de nuevos esquemas de intervención.

Las jornadas contarán con la presencia de personas pertenecientes a entidades referentes de ámbito nacional, caracterizadas por su inconformismo, por estar comprometidas de manera permanente con la innovación y la búsqueda de nuevas soluciones. También se constituyen como punto de encuentro donde compartir las prácticas más innovadoras que se han generado e implantado en los diversos centros, programas, servicios y empresas de la Fundación PRODE. En todo caso, la organización de estas VI Jornadas PRODE se ha sometido a una condición muy clara: que sean útiles y susceptibles de generar resultados aplicables en la práctica.

La inscripción a las jornadas, que es gratuita y abierta a cualquier persona, se realiza a través de la web www.jornadasprode.es, donde también se puede consultar el programa detallado de las mismas.

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