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La sociedad, en su conjunto, es consciente de los grandes problemas existentes, en diferentes ámbitos de la vida, para que muchas personas de los cinco continentes vivan dignamente. Es habitual responsabilizar de esta situación al ámbito público y político; sin embargo, hay una herramienta que puede solucionar esta injusticia y que depende de la sociedad civil: ese instrumento es el “Emprendimiento social”.

Se trata de proporcionar oportunidades a través de negocios o iniciativas orientadas a generar impacto en la solución de un problema de carácter socioeconómico o medioambiental, y eso puede hacerlo cualquier ser humano. Hay muchas personas con graves problemas de exclusión social, desempleo, educación, salud, pobreza, etc., y todos tenemos también la posibilidad de promover iniciativas cuyo objetivo principal no sea el ánimo de lucro, sino desarrollar una acción social y solucionar un problema para otras personas.

El “Emprendimiento social” es la manera perfecta para que empresas y personas con carácter innovador, filantrópico y solidario, tengan la posibilidad de desarrollar su talento más allá de repartir dividendos al final de cada ejercicio. Es responsabilidad de todos trabajar por conseguir un planeta más justo transformando lo que esté a nuestro alcance. Si bien no está en la mano de todos realizar determinados cambios de ámbito global, sí que está la posibilidad de ejecutar acciones transformadoras de carácter más cercano.

Aquí se encuentra la oportunidad para que empresas y organizaciones sensibles aporten valor social a través de sus estructuras, experiencia y recursos. Además, con iniciativas de emprendimiento se generan nuevos empleos, se facilita el crecimiento profesional y se genera riqueza para la comunidad.

La fórmula más óptima para conseguir lo que nos propongamos, desde el emprendimiento, está en la colaboración público/privada; es la forma de aprovechar al máximo las posibilidades de desarrollo del talento de organizaciones y empresas unidas a la fortaleza de las administraciones públicas.

Hay organizaciones muy conocidas a nivel regional, nacional e internacional, que afrontan el emprendimiento enfocado a problemas muy concretos, con una alta profesionalización, transparencia y resultados. Se debería aprender de los mejores y no escatimar esfuerzo para transformar aquello que estuviera a nuestro alcance, porque son muchas las personas que lo necesitan.

 

 

 

 

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