Numerosos estudios y fuentes estadísticas coinciden en señalar que existe un reto de enorme magnitud que dista mucho de estar resuelto: la inserción laboral de las personas con discapacidad.

Se trata de un derecho básico para todas las personas, sin cuya posibilidad de ejercicio no se puede construir un proyecto de vida propio. Conscientes de que el acceso a un empleo es condición necesaria para hacer efectiva la igualdad de oportunidades, algunas entidades han llevado a cabo una apuesta especialmente decidida por el emprendimiento, con un objetivo muy claro: crear empleo para personas con discapacidad y, de esta manera, accionar la palanca clave que permite poner en pie un proyecto de vida propio en condiciones de igualdad. Cualquier actividad de emprendimiento es de por sí exigente y sacrificada, pero merece la pena, ya que sus efectos se perciben notoriamente allá donde actúan las entidades que han asumido este modelo.

En este sentido, son especialmente significativos los datos que aporta el Informe de mercado de trabajo de los colectivos de interés para el empleo, elaborado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Respecto a la provincia de Córdoba, el informe señala que en 2014 solo el 0,99% de las personas afiliadas a la Seguridad Social tenían discapacidad, mientras que en 2021 la misma magnitud ascendió hasta el 1,34%, lo que implica la inserción laboral de 1.373 personas con discapacidad durante el periodo. Asimismo, el informe recoge que la tasa de paro del colectivo ha mejorado notablemente, disminuyendo a finales de 2021 un 12,97% respecto al año anterior.

Por municipios, Pozoblanco, ciudad en la que mayor incidencia ha tenido Fundación PRODE, lidera con mucha claridad la tasa de contratos a personas con discapacidad respecto del total de la contratación (3,26%) y la disminución de la tasa de paro del colectivo (-37,66%); datos elocuentes que ponen de manifiesto el impacto concreto que tiene en la vida de las personas con discapacidad el emprendimiento social destinado a la creación de empleo. Aunque los datos son alentadores, queda aún mucho por hacer.

La tasa de actividad de las personas con discapacidad en el conjunto de España fue del 34,3% en 2020, lo que supone casi 25 puntos menos que la tasa de actividad del conjunto de la población. Asimismo, la tasa de paro del colectivo de personas con discapacidad fue del 22,2% en 2020, más de diez puntos superior a la del total de la población. Estos datos reflejan que, por lo tanto, solo una de cada cuatro personas con discapacidad está trabajando actualmente, con lo que queda mucho camino por delante y ningún tiempo que perder.

Por esta razón, entidades como Fundación PRODE seguirán teniendo como prioridad estratégica la creación de empleo para personas con discapacidad.

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