[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Ha costado tiempo y esfuerzo revertir la percepción negativa que ha venido arrastrando la formación profesional en nuestro país, relegada a una opción de segunda, una alternativa menor frente a los estudios universitarios. Poco a poco, este patito feo se ha ido desprendiendo de complejos y prejuicios hasta alcanzar el estatus que merece. El último paso se ha dado a través de la incorporación de la formación profesional dual como modalidad formativa de éxito respecto a la inserción laboral. Este modelo mixto que integra estrategias formativas y de empleo llegó a nuestro país en 2012 para constituir una herramienta de inclusión laboral eficaz cuyas prestaciones y metodología flexibles se adecuan perfectamente a las necesidades del colectivo de personas con discapacidad intelectual en materia de formación profesional.

Fundación PRODE viene trabajando para incorporar esta modalidad formativa en su Modelo de orientación, formación, ocupación y empleo, y ha tomado como referente la propuesta que plantea AEDIS (Asociación Empresarial para la Discapacidad) para formar profesionalmente a la persona con discapacidad intelectual, ofreciéndole una oportunidad de acreditación al final del proceso y reforzando el desarrollo de sus competencias personales y sociales. De esta manera, se incrementa su nivel de cualificación y sus posibilidades futuras de inserción.

Esta propuesta de formación dual viene definida por los siguientes elementos clave y adaptaciones: a) prevé una formación previa para el establecimiento de habilidades laborales, personales y sociales necesarias para la adaptación al contexto laboral; b) contempla programas formativos en ciclos de 3 años, siguiendo la estructura y duración de los programas de formación profesional dual de otros países europeos; c) repara en la ampliación del tiempo de formación para la adecuada adquisición y consolidación de las competencias tanto técnicas como transversales; d) cobra importancia que sea una formación técnica acreditable, cuyo programa formativo de competencias técnicas esté basado en los contenidos de un certificado profesional de nivel 1; e) se persigue una formación integral de la persona, no solo que aprenda las competencias técnicas de una profesión, sino también la adquisición de autonomía para desenvolverse e integrarse en los contextos laboral y social; f) la metodología “aprender haciendo” es el fundamento para una formación contextualizada, de aplicación directa y fácilmente generalizable a otras situaciones similares; g) resulta básica la implementación de una evaluación continua de la progresión y la adquisición de competencias, tanto técnicas como transversales y el reajuste de los apoyos necesarios y; h) los centros especiales de empleo se erigen como entornos adecuados de aprendizaje, donde el contexto de trabajo protegido facilita que el alumnado pueda recibir apoyos a medida a lo largo de todo el proceso de formación mientras desarrolla una actividad laboral real sin generar situaciones de prácticas simuladas.

Los datos son suficientemente elocuentes y nos muestran una situación complicada para las personas con discapacidad intelectual en lo que respecta a su baja participación en el mercado laboral, carencias formativas y de cualificación profesional, alto nivel de desempleo y un déficit de oferta formativa estable y accesible. Ante este complejo panorama, los diferentes estamentos (administraciones, organizaciones del tercer sector, tejido empresarial, etc.) han de aunar esfuerzos y asumir la responsabilidad de dar una respuesta conjunta que garantice soluciones efectivas. Desde Fundación PRODE se propone la alternativa de la formación dual como instrumento ideal para afrontar esta situación, poniendo a disposición de las instituciones o autoridades competentes la experiencia y el conocimiento que va a reportar el proyecto de formación dual recién iniciado y que va a suponer una nueva vía a explorar y, lo más importante, la posibilidad de generar más y mejores oportunidades respecto a la empleabilidad de este colectivo.

 

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2 Comments

  1. Maria isabel 24 de enero de 2022 at 13:46 - Reply

    Hola soy de pozoblanco tengo una descapasida entrege mi curiculo y migrado descapasida en prode de pozoblanco busco trabago en prode de pozoblanco

  2. Maria de cabo moreno 24 de enero de 2022 at 13:53 - Reply

    A mi me parece muy interesante porque me veo reflejada de no tener un trabajo como hay personas que quieran personas con discapacidad física no discapacidad intelectual pues lo veo muy avanzado para todo.

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