Vengo de Palma de Mallorca, era bastante torbellino y mis padres no hacían carrera conmigo. ¡Tengo muchísimas anécdotas de aquellos años en la isla! Solicitamos plaza en un centro, llegué a Pozoblanco en el 2000, y aquí sigo. Mi familia me quiere mucho y vienen todos los años a verme cuando tienen vacaciones. Me ven tan bien, tan integrado y tan querido que, aunque están lejos, respetan mi decisión de que quiero seguir aquí. Además las videollamadas con ellos son muy frecuentes, ¡benditas nuevas tecnologías!
Cada vez que mi familia viene, es una alegría inmensa y me siento el hombre más feliz del mundo. Cuando mi padre vivía, venía con mi madre para la feria de Pozoblanco y nos lo pasábamos genial, entre otras cosas porque comíamos todos los días fuera que es algo que me chifla.
Tengo mi propio lenguaje, pero cuando llevan un tiempo conmigo todo el mundo me entiende.
Vivo en Residencia de adultos y debo ser muy especial porque todo el mundo me quiere. Me gano a los demás con una sonrisa o alguna de mis gracias (porque soy gracioso y a veces me aprovecho de ello).
Tengo que reconocer uno de mis hobbies favoritos: Recopilar documentos de todo tipo. Me paseo por los despachos y a veces, me los dan y otras veces, cuando nadie se da cuenta, los cojo.
¿Qué le vamos a hacer? Me gusta hacerle la competencia a la máquina recicladora de documentos. No hay nada en el mundo, aparte de comer, que me guste más que coger todos los papeles, sobres y fundas de plástico que me encuentre por el camino, y si son documentos con sello mejor. Si alguna vez me tenéis cerca y tenéis algún documento importante a la vista que ha desaparecido por arte de magia… os recomiendo que me busquéis.
De lunes a viernes asisto a centro ocupacional, ordeno los documentos, me gusta irme con los conductores para hacerles compañía, en el taller de pintura pinto y hago unos diseños chulísimos, en fin, actividades variadas y es que me considero un alma libre, aunque claro con una disciplina muy encauzada por las personas de apoyo.
A veces hago travesuras, como colarme en el almacén y coger cosas que no puedo comer. Es muy divertido ver como corren detrás de mí por los pasillos. A veces como cosas que no me sientan bien (soy celiaco) y después, me duele la barriga. ¡Pero ese ratito para mí se queda!
Me encanta colaborar con los recepcionistas de sede central, los acompaño, les gasto bromas y así pasamos ratitos amenos. Disfruto mucho de mi ocio, me encanta salir y compartir experiencias. En mi localidad soy una persona querida y valorada, todo el mundo conoce a Pepote.
En el carnaval soy una institución, estoy el primero en los ensayos con mi letra y pegado a Pili con su guitarra. El bombo me encanta y cada vez que siento el “chimpúm”, me vuelvo loco saltando y bailando.
En Navidad me encantan las actuaciones y cuando viene el coro a cantarnos, cojo a “Javi el tomate” y nos pegamos unos cantes inolvidables. Por cierto, canto muy bien. Esos momentos son mágicos para mí, porque me recuerda a mi padre que cantaba flamenco y saetas. Y hablando de saetas, en Semana Santa son lo mío -herencia familiar-, pero no canto en la calle, ¡ya me gustaría! Podría ser la revolución, pero por la cuenta que trae, me callo y canto en mi residencia.
En verano, me encanta ir a Murcia (“usia”) con mis amigos y el “Caco” (Paco) a pasar las vacaciones. Los hombres que más quiero se llaman “Caco” y “Caquito”.
Las palabras que mejor me definen son: cariñoso, alegre, gracioso, cabezón, pero sobre todo, la palabra AMOR.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
Ajai madre!!!!!!Si es que me tiene locaaaaaaaaaaaa