Empecé a estudiar en los Salesianos de Córdoba porque mi familia vivía en la Magdalena. Luego fui al Santo Ángel y a Cruz Roja.
De pequeño me diagnosticaron hidrocefalia, que no sé muy bien qué es, pero me operaron y estuve mucho tiempo en una silla de ruedas y cuando los monitores y educadores de antes me ven actualmente, se sorprenden de lo bien que estoy, y es que como decía una canción que cantamos en el carnaval “estoy pá comerme”.
Soy muy romántico, y por fin he conseguido conquistar a mi Anita. Somos novios formales y ella me resulta la mujer más bonita del mundo. ¡Yo la quiero muchísimo! La conocí en Centro de día ocupacional y fue amor a primera vista y, hablando de vista, ¡qué duros han sido todos estos meses de pandemia sin verla! Estaba súper triste. Pero la escuela de Teatro Inclusivo y Accesible me ha cargado las pilas.
Vine a Fundación PRODE en el 2008, empecé a vivir en Viviendas tuteladas y me dedico diariamente a mis ocupaciones. Aquí descubrí mi afición por el teatro. Siempre he tenido esa venilla de cómico y teatrero, pero ahora ya soy teatrero profesional.
La verdad es que la vida se ha portado bien conmigo, estoy en el taller que quiero, tengo muchos amigos. Mi compañero Juan Morales y yo somos como hermanos, pero de verdad; nos apoyamos y nos queremos, aunque a veces me hace rabiar. Quinito también es un compañero importante, sobre todo porque me tiene mimado y me consiente lo que pido, como si fuera mi hermano mayor, porque abuelo no quiere que lo llame. ¡Verás cuando lo lea!
La verdad es que a mis compañeros y compañeras les quiero muchísimo y soy un buen voluntario. Cuando apoyo a las personas de avanzada edad o a mis compañeros más dependientes me siento muy bien. Y es que es cierto que tengo vocación de superhéroe, me encantaría salvar el mundo y que todo fuera bonito, vamos un soñador.
Volviendo al teatro, la primera gran representación teatral que hice fue “Historia de un banco” y a partir de ahí he descubierto cuál es mi gran pasión. Me propusieron participar en la Escuela de Teatro Municipal de Pozoblanco y he estado allí varios años. Una experiencia maravillosa sin duda, donde he aprendido muchísimo. ¡Qué experiencia tan bonita subirme a un escenario y sentir el aplauso del público! Y como dicen mis profesores Faustino y Manolo: ¡Manu, lo importante es pasarlo bien! Y es que soy tan feliz…
Un momento que también ha marcado mi vida fue el día que me dieron una gran sorpresa y conocí en persona a Jesús Vidal; y mi amigo Emiliano Pozuelo me dijo “Manu, si ser actor es tu sueño, lucha por él”. Y aquí estoy nerviosito y con ganas de empezar ya la Escuela de Teatro Inclusivo y Accesible Gloria Ramos de Córdoba. El casting, la preselección, la selección y mi confirmación como alumno… todo un sueño. A veces tengo la sensación de estar en una nube, estoy convencido de que con mi esfuerzo y el apoyo que necesito llegaré a ser un gran actor. ¡Estoy seguro!
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Animo amigo, tienes un DOM y tienes que sacarle el máximo jugo posible. Camina hacía tu sueño porque todo es un proceso
que tu puedes reañizar. Reuerda que la ilusión es tu principal arma. Camina hacía adelante, construye puesntes y reañiza tu
sueño o sueños. Pero sobre todo lucha y nunca dejes de creer.