[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Desde primeros de julio, Fundación PRODE gestiona la Casa de acogida y centro de emergencia social “Campo Madre de Dios” del Ayuntamiento de Córdoba, que es un recurso social para llevar a cabo actuaciones y servicios de acogida, prevención, atención, promoción e inserción social de personas y familias sin hogar o afectadas por siniestros, emergencias o situaciones meteorológicas adversas.

Se trata de un programa social que encaja perfectamente en el Propósito de la Entidad: “Acompañar a cada persona en el desarrollo de una vida con sentido, basada en la búsqueda de la felicidad”, y en sus valores de justicia social, universalidad, dignidad e igualdad.

La directora de la Casa de Acogida, María Blázquez, explica que el colectivo al que va dirigido este recurso es el de personas sin hogar, entendiendo por persona sin hogar “personas que no pueden acceder o conservar un alojamiento adecuado, adaptado a su situación personal, permanente y que proporcione un marco estable de convivencia, ya sea por razones económicas u otras barreras sociales, o bien porque presenten dificultades personales para llevar una vida autónoma”.

La Casa de Acogida presta sus servicios las 24 horas, todos los días del año, y tiene un total de 48 plazas, ocupación que se incrementa con los Programas de “Ola de frío” y “Ola de calor”, cuya finalidad es preservar a las personas sin hogar de las inclemencias climatológicas del verano y del invierno.

El trabajo que se realiza en el centro no sólo va dirigido a cubrir las necesidades básicas de alojamiento, alimentación e higiene personal, ya que por parte del equipo de profesionales técnicos que desarrollan su labor en el recurso se lleva a cabo un itinerario personalizado de inserción, siempre a demanda y en consenso con la propia persona, basado en una intervención global (psicosocioeducativa) encaminada a la inserción social. El objetivo es diseñar intervenciones individualizadas a partir de las necesidades y potencialidades detectadas en la persona.

Otro de los programas que se desarrolla es la “Unidad de calle”, porque no todas las personas sin hogar recurren por su propia iniciativa a la red de recursos creados para prestarles asistencia, como es la Casa de acogida. De ahí la necesidad de tener una Unidad móvil de atención social de calle, realizando una labor de atención a las personas sin hogar en el municipio de Córdoba, prestando un servicio de información, asistencia básica, orientación, asesoramiento, promoción de la salud e inserción social y laboral, así como gestión de recursos económicos, a la par que hace de puente entre las personas sin hogar y las instituciones.

La tarea principal de este equipo es encontrar, vincular y acompañar a las personas que se encuentran en dicha situación para motivarlas a que inicien un proceso de cambio, preferentemente en un recurso específico y, si no fuera posible, interviniendo en el mismo lugar en el que se encuentre la persona.

A lo largo del año también se realizan diferentes actividades encaminadas a lograr la sensibilización de la población en general con respecto al colectivo de personas que se encuentran sin hogar. Todo ello intentando lograr una mayor visibilidad de esta problemática, con el principal objetivo de evitar la perpetuación de los estigmas que suelen rodear al colectivo.

 

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