Existen serias barreras de acceso al mercado laboral para las personas con discapacidad, cuya tasa de paro es 10 puntos superior a la del resto de la población, según datos del Instituto Nacional de Estadística; una situación que se agrava en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental. Probablemente, no exista mayor instrumento de normalización y de empoderamiento que disponer de un empleo; y, sin embargo, muchas personas con discapacidad, que pueden y quieren trabajar, continúan desempleadas. Derribar las barreras de entrada al mercado laboral sigue siendo urgente.
Por todo ello, Fundación PRODE lleva años asumiendo como parte de su Propósito la necesidad de crear oportunidades laborales para personas con discapacidad, con el convencimiento de que el acceso a un empleo supone la oportunidad definitiva para la plena inserción de la persona. Y hace tiempo que la Organización llegó a la conclusión de que el instrumento más potente a su alcance para contribuir a la transformación de la realidad laboral de las personas con discapacidad es el emprendimiento social por parte de la propia Entidad, en línea con otras organizaciones del sector.
Así, Fundación PRODE lleva a cabo una intensa actividad de emprendimiento en múltiples sectores productivos, destinada a la creación de puestos de trabajo para personas con discapacidad en entornos empresariales plenamente normalizados, insertos en la realidad del mercado y en los que la convivencia profesional es exactamente equiparable a la de cualquier empresa. A su vez, en estos centros de trabajo se prestan los apoyos que cada persona necesita a través de actuaciones de ajuste personal y social, un ámbito en el que las entidades de iniciativa social atesoran un caudal de experiencia difícilmente replicable.
El objetivo clave de las iniciativas de emprendimiento de Fundación PRODE es conseguir que cada vez más personas con discapacidad accedan a un empleo y que puedan así construir su propio proyecto de vida, una vida con sentido. Pero igualmente, con el mismo grado de exigencia y de lucha diaria que cualquier otra empresa, estas actividades también se enfrentan a objetivos puramente empresariales y económicos, cuyo cumplimiento es absolutamente imprescindible para conseguir el resultado clave. Porque solo una empresa que vende y genera beneficios será capaz de crear más empleo para personas con discapacidad.
Fruto de este modelo de emprendimiento social, en Fundación PRODE 325 personas con discapacidad disponen actualmente de un empleo en sus 22 iniciativas de emprendimiento, de las cuales 104 tienen discapacidad intelectual y/o enfermedad mental. La actualización del Propósito de Fundación PRODE no ha venido sino a reforzar su compromiso con el emprendimiento, en la medida que el acceso a un empleo es clave para construir una vida con sentido. Quedan aún muchas personas con discapacidad que quieren demostrar que son capaces; por ellas, Fundación PRODE continuará por el camino del emprendimiento social.
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