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Mi nombre es Juan Luis Fernández de Mesa, nací en Madrid el 19 de febrero de 1943. Desde muy pequeño viajaba con mis padres a Córdoba, de donde somos naturales y donde pasábamos aquellas interminables y apacibles vacaciones de verano. Siempre he guardado muy buenos recuerdos y me he sentido muy apegado a nuestra zona aunque he pasado gran parte de mi vida entre Madrid y otras ciudades europeas, donde tenía que estar por mi trabajo.

 

No puedo quejarme de la vida que me ha tocado vivir porque nací en tiempos duros para la mayoría de los españoles, y sin embargo, pude disfrutar de una educación y de una vida acomodada. Pude ir a la Universidad, a pesar de que en mis tiempos no era lo más frecuente, y estudié Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, carrera que no desarrollé laboralmente porque me ofrecieron un trabajo en el mundo de la Bioquímica, y en él es en el que me he movido la mayor parte de mi vida. Pasamos años muy felices mi mujer y yo, y llegaron nuestros hijos, Mercedes y Juan Luís, que por cierto se adaptaban muy bien a nuestra ajetreada vida de viajes.

A pesar de que siempre he trabajado en lo que he querido, soy muy curioso y me ha encantado la innovación, los nuevos retos y la investigación para el avance. Como se dice por aquí, siempre he sido un “culillo de mal asiento”, y por ello entré en el mundo de los “inventos”, como yo les llamo.

Nos reímos mucho en la residencia porque los chicos (el personal), me han apodado “el inventor” y veo que a ellos le provoca mucha curiosidad todo este tema, por lo que tenemos largas charlas a cerca de mis patentes, desde un bolígrafo con unas características muy especiales hasta una fregona muy diferente a la que comúnmente usamos. Estas conversaciones me dan la vida…..

Pero sin duda, mi último invento es el que me ha proporcionado más satisfacción, por la relación que tiene con mi profesión: Un fitofortificante obtenido a través de la transformación de aguas residuales de almazara. La verdad es que, aunque esté mal decirlo, me siento orgulloso de este hallazgo por dos cosas: por lo que contribuye a la conservación del medio ambiente y por la gran aplicación que está teniendo en las almazaras sobre todo de las provincias de Córdoba y Jaén.

Por mi carácter inquieto, también he hecho mis pinitos en algunas artes, como la pintura y la escultura. Tengo diecisiete exposiciones independientes de pintura, cuadros pintados por mí de diferentes temáticas y estilos. Los trabajadores de la residencia me están pidiendo que organicemos una pequeña exposición en la residencia y abrirla al público en el momento en el que la pandemia nos deje. Este interés que me demuestran mis compañeros y cuidadores, me llena de ilusión y me hace sentir muy valorado.

El apego a mis orígenes me trajo a vivir a mi tierra. He estado unos años viviendo tranquilo en casa pero mi salud comenzaba a ponerme difícil vivir sólo y sentía que tenía que tomar una decisión para ganar en calidad de vida y para proporcionar tranquilidad a mis hijos, que empezaban a sufrir mi situación en la distancia. Mi ingreso en la Residencia Ntra. Sra. de Gracia de Alcantarilla de Fundación PRODE, me ha proporcionado los apoyos necesarios para seguir haciendo mi vida con garantías de que mi salud está vigilada.

Además, he de decir que los días en la residencia son mucho más amenos que los que venía teniendo cuando vivía solo y ya me empezaba a pesar la soledad. Aquí me siento acompañado y valorado, tengo relación con compañeros y nos apoyamos mutuamente, y las personas que forman el equipo humano que nos atiende y nos acompaña, son maravillosos. Es como formar parte de una gran familia en la que todos aportamos nuestro granito de arena.

Realmente, mi vida ha cambiado radicalmente para bien desde que estoy en la residencia tanto en la salud como en las relaciones sociales. Me contaron que para Fundación PRODE lo primero son las personas, y tengo que decir que se nota y mucho.

Por último, quiero contaros que, por casualidades de la vida, uno de mis hijos (tengo dos, un chico y una chica) se casó con una persona cuyos orígenes también están en nuestra zona, en concreto con la Marquesa de Sandoal y futura Condesa de Belalcázar, descendiente de los Sotomayor y Zúñiga. Esta circunstancia también me hace sentir más aún que la residencia es mi casa.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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