En este primer ejercicio, se han apoyado a diez personas en el fomento de un modo de vida en la comunidad y su inserción sociolaboral. A través de planes personales de apoyo, se están impulsando actividades relacionadas con la vida en el hogar, inclusión comunitaria, apoyos en el ámbito laboral y algunas formaciones relacionadas con el desarrollo de la autodeterminación y hábitos saludables, nutrición y cocina.
Durante el año 2021, se dará continuidad al programa poniendo la mirada en generar oportunidades y facilitar los apoyos necesarios para vivir de forma autónoma en viviendas enclavadas en la comunidad, siendo una alternativa factible a la institucionalización. Asimismo, se dará continuidad a los apoyos vinculados a la orientación y formación para el empleo de personas con discapacidad intelectual y/o trastorno mental que contribuyan a favorecer su inclusión sociolaboral y les provea de una necesaria suficiencia económica.
Entre las actividades propuestas, debido a la situación actual que vivimos por la COVID-19, se está trabajando en el acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación, a través de la accesibilidad y la prevención ante riesgos y estafas; habilidades sociales, comunicación efectiva y resolución de conflictos. Se continuará apoyando a las personas destinatarias en la consecución de metas y objetivos personales a través de estrategias de intervención personalizadas en las que prima el protagonismo de la persona con discapacidad, potenciando los apoyos naturales.
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