[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Entrevista a Rudesinda Acaiñas Márquez, beneficiaria del proyecto PRODE-EMPLEA

 

El proyecto PRODE-EMPLEA, subvencionado por el Fondo Social Europeo con la colaboración de Fundación ONCE y Fundación PRODE, finalizó el pasado mes de diciembre, siendo su objetivo final, la inserción sociolaboral de mujeres con discapacidad.

Gracias a las acciones desplegadas, se han conseguido insertar en el mercado laboral 28 mujeres. Rudesinda es una de las beneficiarias del proyecto que consiguió un puesto de trabajo en Fundación PRODE. A continuación, nos cuenta su experiencia sobre su participación en el Proyecto.

 

¿Cómo accediste a formar parte del proyecto PRODE-EMPLEA?

Mi relación con PRODE no es reciente. Durante ocho años estuve trabajando en el servicio de limpieza, los últimos cuatro, en viviendas tuteladas y estaba muy contenta. Tenía discapacidad física y comencé a sufrir depresión, por lo que me dieron la incapacidad para mi puesto de trabajo.

Al recibir la notificación de incapacidad, tuve la necesidad de buscar empleo activamente en otros sectores en los que pudiese sentirme útil, nunca he querido meterme en casa y necesitaba hacer cosas. Hice un curso sobre informática y solicité las prácticas asociadas en PRODE que duraron tres meses. No he dejado de perder el contacto con la Entidad, cuando me dieron la posibilidad de participar en el Proyecto me alegré de retomar la relación y lo tomé como una gran oportunidad para volver a participar activamente.

 

¿Te han servido de ayuda las acciones en las que has participado?

Lo que más me ha interesado es la formación en informática. Me gusta mucho y quiero aprender mucho más y seguir actualizándome. El proceso de acogida al nuevo puesto de trabajo me ha servido mucho y ha sido imprescindible. Tengo una relación maravillosa con mi responsable y con el resto de compañeros, que me han ayudado mucho en los cambios de turno, a la hora de enfrentarme a nuevas tareas, etc. Me enfrentaba a un nuevo empleo, en el que todo ese proceso de adaptación ha sido esencial y muy significativo.

 

¿Cuánto tiempo tardaste en lograr un puesto de trabajo?

Desde que me dieron la incapacidad para mi puesto de trabajo pasé dos años en los que intentaba entretenerme en otros sitios, realizando cursos y otros tipos de trabajo, pero sobretodo, no quedarme en casa, porque sabía que eso podría empeorar mi situación.

 

¿Qué es lo que más te gusta y qué esperas de tu actual puesto de trabajo?

Lo que más me gusta es compartir tiempo con personas con discapacidad. Soy una persona a la que le gusta estar en contacto con la gente, me encanta y me compensa mucho en mi desarrollo personal. Con los compañeros he tenido una acogida estupenda, también con mi responsable. Mi sueño es pasar mis últimos años de actividad laboral en PRODE y poder jubilarme aquí. Tengo la sensación de haber encontrado un empleo en el que me siento muy a gusto y disfruto de todas las tareas que realizo.

 

¿Qué dirías de los profesionales que te han atendido en el proyecto?

No puedo tener queja. Me alegra que hayan contado conmigo para realizar formaciones, aconsejarme y orientarme en otros aspectos. Estoy contenta de que me hayan vuelto a dar la oportunidad para mejorar y facilitarme la inclusión en un puesto de trabajo más adaptado a mis necesidades y en el que puedo poner toda mi capacidad en desarrollarme laboralmente y en el ámbito personal.

¿Consideras que las mujeres con discapacidad tienen mayores dificultades de inserción laboral?

Considero que sí. Depende de las empresas y puestos de trabajo, pero en general sí. Nos consideramos iguales, pero hay algunos puestos que requieren más esfuerzo y aún se dirigen más a hombres. Puestos que, por la zona en la que vivimos, se originan más y hay más ofertas. Hay ciertos puestos de trabajo que todavía no se suelen ofertar a mujeres. Aquí, las mujeres siguen trabajando en limpieza de casas, cuidando a personas, etc., en los que, en muchos casos, no llegan a estar aseguradas.

El tener discapacidad también aumenta el problema. No te suelen preguntar si puedes hacer algo o no, se fijan principalmente en la discapacidad y dan por hecho que no puedes realizar otras tareas. Para algunos puestos de trabajo puede limitar mi discapacidad, pero otras tareas se pueden realizar estupendamente. Cuando te esfuerzas y se adaptan las tareas a tus necesidades y tus capacidades, te puedes manejar estupendamente y todo ello aumenta la motivación que hará que te esfuerces aún más y desarrolles mejor las tareas encomendadas.

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