Soy José David Gómez Barbancho, tengo 22 años y discapacidad intelectual desde los tres años, debido a un ataque epiléptico. Nací en Hinojosa del Duque, donde vivo con mis padres y mi hermana. Ellos me han ayudado a superar todas las barreras con las que me he ido encontrando.

Mi infancia la recuerdo un poco dura. En el colegio, algunos profesores no me ayudaban. Me ponían en un rincón de la clase apartado con otras tareas, sin darme los apoyos necesarios. Los compañeros no se relacionaban conmigo, fuera de clase me insultaban y se reían de mí. Todo ello, me hizo no querer relacionarme con nadie ni salir a la calle, me costaba mucho hacer amigos debido a mi inseguridad y el ver que otros podían hacer cosas que yo no podía.

Sin embargo, en el instituto, mi profesora Francisca sí que me ayudó, a mí y a otros compañeros en las mismas circunstancias. Gracias a ella, comencé a tener más confianza, volví a tener ganas de hacer más cosas y a hablar con otras personas. Formé mi primer grupo de amigos con compañeros de clase, con los que comencé a ir a DAFHI (Asociación de discapacitados y familiares de Hinojosa) para refuerzo escolar y talleres de habilidades sociales. Quedábamos para salir, íbamos al parque o a nuestras casas a jugar, hasta que poco a poco nos fuimos distanciando, teniendo otros intereses y encontrando otras amistades.

A los 16 años, gracias a mi amigo Manuel del instituto, que me habló sobre una de las bandas de música de mi pueblo, me animé a apuntarme y comencé a tocar el bombo. He estado cinco años en la banda de música y ha sido una buena etapa. Había buena relación entre todos, viajábamos a otros pueblos a tocar, lo que me ayudó a empezar a ser más independiente y autónomo.

Actualmente, tengo mi propio grupo de amigos. Al inicio éramos Manuel, mi primo y yo, pero poco a poco se fue ampliando, llegando a ser 14 amigos. De los que ahora solo quedamos en el pueblo cuatro o cinco, ya que algunos se han ido independizando o estudian fuera.

Yo he sido siempre un chico muy familiar y responsable. He ayudado a mi familia en nuestro campo a recoger las aceitunas, curar los olivos, recoger leña, etc. Y aún lo hago cuando puedo.

A principios de 2018, inicié mi primera búsqueda de empleo en el SAE. Me informaron de Fundación PRODE y de su centro especial de empleo en Hinojosa, el Hotel Piedra y Luz. Gracias a ello, y a la ayuda de mi monitora en DAFHI envié mi documentación para posibles ofertas de empleo, con la suerte de que… ¡fui seleccionado!

Comencé con muchos nervios, pero con muchas ganas. Por mi horario tuve que dejar la banda de música. Fue difícil, intenté adaptarme a las tareas que debía realizar, pero me costaba bastante. Además, el memorizar los pasos de cada comida me resultaba muy complicado y no conseguía seguir el ritmo que se necesitaba. Recibí apoyos por parte de mi equipo y del Área Sociolaboral de Fundación PRODE, gracias a lo cual y a mi buena actitud, apostaron por mí y me dieron la oportunidad de probar como camarero.

Comencé a aprender este nuevo puesto, y aunque también he necesitado apoyos, he evolucionado más favorablemente. Gracias a todos mis compañeros ahora soy un camarero más. Se me da muy bien tratar con los clientes, he mejorado mucho mis habilidades sociales con todo el mundo, y es de lo que más orgulloso me siento. Aunque tengo dificultades para hacer algunos cobros, he aprendido a hacer la caja; esto también es un logro para mí. Me gusta mucho mi trabajo, sigo con las mismas ganas de seguir mejorando, más aún tras la reapertura del hotel debido al cierre por la pandemia. Ahora, soy más consciente aún de la suerte que tengo.

Desde que formo parte de Fundación PRODE he aprendido a ser más autónomo y la importancia de contar con personas que te apoyan para conseguirlo. Ya tengo también mi carnet de conducir y me he comprado mi propio coche. Aunque necesito apoyos, me esfuerzo cada día en seguir aprendiendo. Quiero dar las gracias a Fundación PRODE y al Área Sociolaboral, por estos apoyos y ayudarme a plantearme objetivos a conseguir y a superarme, y sobre todo a mi familia y al equipo de Piedra y Luz donde espero seguir muchos años más.

3 Comments

  1. Silvia 30 de noviembre de 2020 at 22:00 - Reply

    Vales mucho José David, ver cómo tratas a los clientes, siempre con una sonrisa y siendo atento con todos. Es cierto que te has ido superando día a día, con tu esfuerzo y empeño. Teniendo en cuenta que tú situación es más difícil que otra habitual, has llegado a conseguir ser quién eres hoy y lo que tienes, eres realmente admirable por que muchos se hubiesen rendido a mitad de camino. Pero como ese camino aún no ha acabado, apóyate en las personas que te valoran y te quieren, apóyate en nosotros. Fuerza!!!

  2. Antonio Vigara Cope 1 de diciembre de 2020 at 21:48 - Reply

    Muy bien Jose Davld,eres todo un luchador,ánimo y para adelante siempre

  3. Montse 4 de diciembre de 2020 at 06:53 - Reply

    Pues una increible fuerza de voluntat y superacion,admirable.

Deja un comentario

Artículos relacionados