¿Cómo está encarando el conjunto de profesionales de Fundación PRODE la situación económica?

La respuesta está siendo ejemplar. No cabe calificarlo de otro modo. Las personas que no han dejado de trabajar durante el confinamiento lo han hecho con una capacidad de sacrificio y de entrega enormes. Y las que se han visto afectadas por la suspensión de actividades están deseando volver. Muchas otras han pasado a trabajar en otras actividades donde hacían falta, distintas de la suya, con plena disponibilidad. Creo que todo el mundo ha comprendido la situación tan grave que vivimos y rema decididamente a favor.

¿Qué ventajas presenta Fundación PRODE a la hora de afrontar la crisis económica?

La situación económica manda y debemos ajustarnos a ella si queremos pervivir, si queremos seguir creando empleo y riqueza no solo hoy, sino en el futuro. Creo que en ese esfuerzo de ajuste tenemos una ventaja clara: somos multisectoriales. Dudo que haya empresas que abarquen tantos sectores de actividad como nosotros. En algunos sectores se ha reducido la actividad, pero en otros no. La flexibilidad y la capacidad de reinvención pueden ser una clave muy importante para ajustarnos a la nueva realidad. Como decía, muchos profesionales ya han dado ejemplo de ello.

¿Qué previsión podría hacerse de la duración y de la gravedad de la crisis económica?

No estoy en condiciones de hacerla. Lo que está claro es que la crisis pasará. Aunque parezca una obviedad es importante recalcarlo, porque cuando llegue lo peor puede que no lo tengamos presente. Por mucho que pueda durar, la crisis pasará y volveremos a crecer. Y será la oportunidad de retomar proyectos y actividades y volver a impulsar la creación de empleo, un compromiso del que Fundación PRODE da buena cuenta cuando la situación lo permite.