La comunicación es estratégica y primordial para todas las empresas en general, pero más si cabe para las fundaciones, porque sólo a través del conocimiento de lo que éstas hacen será posible atender a los fines de interés general que se hayan propuesto; interés general que justifica todo su funcionamiento. La comunicación está en todo lo que hacemos en Fundación PRODE y, por tanto, es una actividad de importancia decisiva para nuestro desarrollo.
El experto en marketing Enrique Clement señala que el marketing social es un aspecto particular del marketing no empresarial, que busca mejorar la calidad de vida de las personas a través de la responsabilidad social de la empresa, y así mismo busca estimular y facilitar la aceptación de ideas y comportamientos sociales que se consideran beneficiosos para la sociedad.
Teniendo en cuenta la definición de marketing social, podríamos decir que éste es casi una obligación para nosotros, ya que cada proyecto es una muestra de la identidad de nuestra Fundación, refleja la misión, visión y valores y proyecta nuestra imagen.
Dentro del marketing social, creemos que es imprescindible el fomento de una publicidad inclusiva que garantice los derechos y la dignidad inherente a todas las personas con discapacidad, y contribuya a visualizar la presencia de personas con discapacidad en todos los ámbitos. Una publicidad inclusiva debe contribuir además a romper estereotipos y prejuicios y transmitir valores sobre la diversidad humana y la pluralidad social.
Obviamente en Fundación PRODE tenemos varios proyectos de carácter mercantil como son Yosíquesé o Yosíquesé Coffee&Food. Todos ellos son proyectos de Fundación PRODE y, por tanto, con un fin social. ¿Esto qué significa? ¿No publicamos nuestros bolígrafos solidarios o nuestras tostadas en redes sociales? Claro que sí, pero todo bajo el marco del marketing social, lo que significa ser inclusivos: le damos la importancia y visibilidad que merecen a las personas con discapacidad que trabajan en las diferentes empresas, y al mismo tiempo intentamos cambiar creencias arraigadas en la sociedad (otra característica esencial del marketing social) como puede ser la utilidad o desempeño de las personas con discapacidad en un trabajo.
A su vez también se realiza una estrategia de marketing pensando en acciones que repercutan en las ventas, pero sabiendo que esas ventas influirán en el bienestar, la calidad de vida, el mantenimiento y la creación de más puestos de trabajo para personas con discapacidad. A fin de cuentas esa es nuestra misión como entidad.
Conscientes de la importancia que la comunicación reviste hoy en día para cualquier organización, y en particular para las fundaciones, si analizamos el presupuesto que destinan las entidades sin ánimo de lucro en España a acciones de comunicación, marketing o publicidad, observamos que la mayoría no lo considera algo prioritario. De hecho, según un estudio que publicaba en 2011 la Fundación Hazloposible, el 74% destinan menos de 10.000 euros anuales a la comunicación interna y externa y sólo el 52% aseguraban tener un puesto de trabajo asignado exclusivamente a comunicación.
En Fundación PRODE somos consecuentes con la importancia de la comunicación y de ahí que tengamos definido un departamento de marketing y comunicación con un equipo de profesionales que trabajan por conseguir que nuestro público tenga una percepción real de lo que somos comunicando y proyectando nuestra imagen de forma efectiva.
Nuestro objetivo como Fundación es asimilar el marketing social como un proceso continuo y algo básico e intrínseco, para promover y lograr un cambio social y que mejore la calidad de vida de las personas con discapacidad. Tenemos el deber de utilizar el marketing social para presentar el mensaje a nuestro público objetivo con la finalidad de promover la solidaridad y sensibilizar sobre nuestra causa para dar a conocer nuestra misión, visión, valores y políticas.
