Suele decirse que en agosto, el país se para. Es el mes en el que “nunca pasa nada”; el momento del año en el que, más que ríos o plantas, se seca el caudal de novedades. Salvo excepciones, claro. Como aquel agosto del año 2013.

Fue, sin duda, uno de los meses más frenéticos e ilusionantes de toda la historia de PRODE. Casi sin darnos cuenta, cuando todavía ni habíamos culminado una obra de rehabilitación bastante compleja y aún ajustábamos planes y previsiones, uno de nuestros proyectos pedía paso. No cabía duda: había llegado su momento.

Y así fue como el 23 de agosto de 2013, preludio de las fiestas de San Agustín, abría por fin sus puertas en Hinojosa del Duque (Córdoba) el Hotel Rural “Piedra y Luz”. Un alojamiento de tres estrellas promovido por PRODE y dotado de 13 habitaciones, un completo spa, cafetería y restaurante, con todas sus instalaciones adaptadas para personas con movilidad reducida. Una propuesta de alto valor añadido en la que primaba el diseño moderno y funcional. Y todo, con un objetivo muy claro: generar el máximo empleo posible para personas con discapacidad y promover su inserción sociolaboral, creando riqueza en el medio rural.

Para la intrahistoria de PRODE queda la vorágine de los días previos a la apertura, una verdadera lucha contra los elementos. Pero pronto nos dimos cuenta de que aquel esfuerzo mereció la pena. Vaya si lo mereció. La acogida que Hinojosa del Duque y sus visitantes dieron al Hotel Rural “Piedra y Luz” fue tal, que en muy poco tiempo catapultamos el número de puestos de trabajo para personas con discapacidad hasta el doble de lo inicialmente previsto. El apoyo de nuestra clientela, fiel donde las haya, es lo que permite que actualmente la plantilla del hotel se componga de 13 personas, el 90% de ellas con alguna discapacidad.

Desde su apertura, en el hotel “Piedra y Luz” han pasado muchas cosas. Como ocurre en todos los hoteles que se precien. Todas las que quepa imaginar en un establecimiento que se ha convertido ya en una referencia. Y el balance nos deja un regusto de satisfacción que no queremos ni disimular.

Porque, casi sin darnos cuenta también, cumplimos cinco años. Que ya es algo. Un tiempo que nos ha servido para consolidarnos como referencia gastronómica del norte de la provincia de Córdoba, de manos del chef Francisco M. Carracedo; un tiempo para mejorar, aprender y dar más y mejor servicio en nuestro relajante spa o nuestras habitaciones recientemente renovadas; pero, sobre todo, durante estos cinco años hemos sido capaces de demostrar que todas las personas merecemos una oportunidad, que podemos trabajar con resultados de excelencia y que, en definitiva, todas las personas podemos llevar las riendas de nuestra vida con nuestro propio empleo.

Cumplimos cinco años. Con la misma ilusión que al principio. Gracias por hacerlo posible.

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