Todas las personas podemos adquirir una situación de dependencia en cualquier momento de nuestra vida. Bien sea a una edad temprana o bien a una edad adulta, ya sea por accidente, enfermedad o daño neurológico. Obviamente, al hablar de una situación de dependencia en personas adultas, la adaptación se hace mucho más difícil, tanto para la propia persona, como para su familia.
En PRODE somos atendidas personas con discapacidad intelectual y/o en situación de dependencia, y dependiendo de nuestro perfil y diagnóstico, se asignan los recursos más adecuados para que cada persona individualmente tenga los apoyos necesarios para disfrutar de la máxima calidad de vida.
Además, contamos con un Servicio de apoyo a familias (SAF), que atiende las necesidades de las familias, trabajando codo con codo entre todos para que la adaptación y el desarrollo sea adecuado con el fin de que cada persona con discapacidad sea feliz.
Esperamos que os haya gustado la entrada de hoy.
Que tengáis un día estupendo amig@s : )