Las organizaciones del tercer sector no tienen el suficiente alcance, por sí solas, para crear todo el impacto deseado en la vida de las personas beneficiarias de su actividad; necesitan aliados para realizar transformaciones y mejoras sociales importantes.
De este modo, es fundamental que las organizaciones sin ánimo de lucro trabajen en red con otras entidades del sector y que remen codo con codo con grandes empresas y con la Administración Pública. Cuando se ensamblan esas tres piezas, el engranaje permite que las personas con discapacidad, en situación de vulnerabilidad o en riesgo de exclusión social, disfruten de oportunidades reales para tener vidas con sentido. Se trata, en definitiva, de construir relaciones de trabajo a largo plazo entre partners que tienen como criterio estratégico la creación de valor social para la comunidad, alcanzándose objetivos comunes y obteniendo un beneficio mutuo.
Además de gestarse entre organizaciones sociales, con empresas y con el sector público, estas alianzas también deben establecerse con entidades financieras, proveedores, distribuidores, clientes, entidades educativas e instituciones dedicadas a la investigación, que han de estar alineados con el propósito de las organizaciones sociales con las que se genera la colaboración.
Dentro de esta diversidad de alianzas posibles, hay que poner en valor las sinergias entre organizaciones del tercer sector que, juntas y uniendo esfuerzos, pueden generar un impacto social superior a la suma de los efectos individuales. Estas alianzas permiten compartir e intercambiar conocimiento y experiencias, y pueden dar lugar a proyectos de emprendimiento social e iniciativas que mejoren la vida de muchas personas.
De este modo, el objetivo es trabajar en común para poder alcanzar el propósito y la visión, haciendo realidad la estrategia de las organizaciones, logrando fines compartidos. En definitiva, la unión hace la fuerza, y cuando compartir valores y formas de entender la gestión permiten lograr un mayor impacto social, emprender este camino es determinante. Las organizaciones que buscan la excelencia en este ámbito, segmentan a sus partners clave de acuerdo con sus objetivos estratégicos, y se aseguran de que estos aliados actúan alineados con dicha estrategia y con las señas de identidad, tratándose de relaciones basadas en la confianza, la generosidad, la transparencia, la integridad y la responsabilidad compartidas
