En Lantegi Batuak hemos visto trabajando juntas personas con discapacidad intelectual de centro ocupacional con otras de centro especial de empleo. ¿Permite la legislación vasca esta realidad? ¿Qué ventajas tiene este sistema?
En realidad, esta manera de trabajar estaba recogida en la LISMI (actual Ley General de Discapacidad), desde 1982. Lo que sucede es que las transferencias a las CC AA de las políticas sociales y su posterior desarrollo han ido profundizando en la diferencia entre un sistema de servicios sociales, en el que se enmarca el centro o servicio ocupacional, y otros de empleo, ya sea especial u ordinario. En Euskadi está contemplada la convivencia de los modelos desde 1986 y ahora, en el desarrollo reglamentario de la Ley Vasca de Servicios Sociales de 2008, se mantuvo la apuesta por la complementariedad de los itinerarios de inserción para las personas con discapacidad intelectual.
Como principales ventajas le veo un mayor desarrollo sociolaboral de las personas con discapacidad intelectual, unas mayores posibilidades de progresión profesional, una mayor activación laboral del colectivo y un fomento del paso de políticas pasivas a políticas activas. Y los resultados avalan estas ventajas, ya que en Euskadi, las personas con discapacidad cuentan con la mayor tasa de actividad (40% frente al 34% estatal) y la tasa de paro más baja (16% frente al 31% estatal) en España
¿Es flexible la normativa en el País Vasco respecto al itinerario de una persona con discapacidad intelectual de centro ocupacional al empleo y viceversa?
Para avanzar desde el servicio ocupacional al empleo, la normativa es muy flexible. Sin embargo, no lo es tanto para la vuelta al servicio ocupacional desde el empleo. Sobre la necesidad de mejorar este último proceso, estamos trabajando para buscar soluciones adaptadas, para los casos de deterioro y envejecimiento de personas trabajadoras.
¿Qué otros cambios sustanciales ha desarrollado LantegiBatuak para mejorar el servicio de centro ocupacional de cara al empleo de personas con discapacidad intelectual?
El cambio más radical fue la implantación, hace ya más de diez años, de un modelo de apoyos individuales que, poniendo a la persona con discapacidad intelectual en el centro, le permite trabajar para alcanzar sus metas. Y si su meta es el empleo, ponemos a su servicio, toda la gama de apoyos que pueda necesitar para conseguirlo: formación adaptada, apoyo para el desarrollo sociolaboral y soporte de empleo con apoyo. Todo, con un enfoque de mejora de su calidad de vida y como digo, desde una planificación centrada en la persona.
