Para situar el contenido de esta breve entrevista, cuando hablamos de salud mental, ¿a qué nos estamos refiriendo?

La Psiquiatría es Neurociencia, la ciencia que estudia el cerebro humano y su patología. La complejidad del cerebro requiere una visión amplia; biología y entorno social, ambiente… Hoy día hablamos del modelo biopsicosocial. Para mí, “bio” y “psico” es lo mismo. Ambas dimensiones teóricas deben enfrentarse al ambiente, a la sociedad y adaptarse para llevar una vida digna y plena.

Como especialista en el campo de la salud mental, ¿cómo valoras la situación actual que están viviendo las personas que sufren algún tipo de enfermedad mental en nuestro país?

No puedo negar importantes avances en los últimos 20 años, sería erróneo. Sin embargo todo es mejorable. Persiste un alto grado de desinformación social. Se mantienen prejuicios y tópicos equivocados. Hay que implementar la educación general. Mi visión es ambiciosa. Se necesitan más recursos, más profesionales, más especialización. Queda camino por andar, mucho camino.

Aunque la respuesta que se le da a la salud mental difiere en función de cada comunidad autónoma, ¿qué modificarías en el modelo sanitario español para atender mejor a estas personas y a sus familias?

Reitero que, para mí, lo que tratamos los psiquiatras y psicólogos clínicos es lo mismo: el cerebro humano. Después está el ambiente, lo social, la familia, etc. Ambas dimensiones son esenciales. No debería haber ninguna diferencia de abordaje en ninguna parte del mundo. Al contrario, los modelos deberían unificarse y generalizarse en todas partes. Hay que seguir criterios y evidencias científicas, no puede ser de otra forma. El avance en neurociencias es imparable. Hay que subirse al barco ahora. Los programas, dispositivos y recursos deberían estar diseñados, desarrollados e implementados por técnicos expertos.