El pasado año se creó en nuestra entidad una nueva área de trabajo para personas con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental denominada Área Sociolaboral. En esta área trabajamos a través de cinco recursos: formación, orientación, ocupación, empleo, y servicios para la vida independiente.

Uno de los primeros proyectos en los que ha comenzado a trabajar esta área surgió el pasado 25 de Junio de 2018 cuando Fundación PRODE abrió las puertas de su cafetería Yosíquesé Coffee & Food, un proyecto pionero para la entidad, y ahora veremos porqué.

Se puede pensar que esta es una mas de las iniciativas de nuestra Fundación por crear empleo para personas con discapacidad, lo cual es cierto. Sin embargo, con este proyecto se ha comenzado a trabajar de una forma diferente en nuestra entidad, dando la oportunidad de formarse  y aprender un empleo a personas con discapacidad intelectual, que presentan una mayor dificultad para acceder al mercado laboral.

Trabajamos bajo la metodología “aprender haciendo”, basada en que la acción posibilita a las personas con discapacidad intelectual el desarrollo de habilidades-destrezas. “Lo que tenemos que aprender a hacer, lo aprendemos haciéndolo”, decía Aristóteles.

La única manera de aprender a nadar o a tocar un instrumento musical es tirándose a la piscina o tocando el instrumento, siguiendo las indicaciones de un experto en la materia. Es algo evidente, por lo tanto el aprender haciendo, experimentando, etc. no es una moda y una novedad, es algo antiguo y que pervive en el tiempo.

El pedagogo Edgar Dale lo expresa con el Cono de aprendizaje:

Según se ve en la pirámide, los métodos que implican pasividad por parte del aprendiz son los menos efectivos en el aprendizaje y los que implican más la atención y acción son los más efectivos.

Por lo tanto, mediante el aprendizaje de tareas y funciones en el mismo lugar de trabajo estamos apostando porque las personas con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental se sientan útiles y puedan aprender de la forma más eficaz.

Para ello, cuentan en todo momento con un profesional (técnico sociolaboral) con un doble perfil, ya que es experto en la materia de trabajo, pero además posee conocimientos y experiencia sobre el trato a personas con discapacidad intelectual. Este profesional se encarga de formarles en el puesto de trabajo, dándoles los apoyos que necesiten para ir adquiriendo día a día un mayor grado de autonomía en sus tareas o responsabilidades, y sobre todo que se sientan incluidos socialmente. Porque ellos tienen capacidades que pueden desarrollar igual que cualquier persona, pero si no les damos la oportunidad no lo podrán mostrar.

Prueba de ello es la evolución que están teniendo tanto a nivel laboral como personal. Ellos se sienten más felices y realizados, que en definitiva, es nuestra misión. De forma que podemos asegurar que esta metodología funciona y estamos caminando en buena dirección.

En esta nueva forma de trabajar, también contamos con la figura del orientador sociolaboral, que actúa como referente para las personas que se están formando, encargándose de mediar o solventar cualquier dificultad que pudiera surgir en relación a su desempeño y comportamiento en el entorno laboral. El orientador, en coordinación con el profesional que los forma, trabajan para que los participantes en el proyecto sigan evolucionando y aprendiendo a solventar situaciones por ellos mismos, fomentando su autonomía personal y laboral, que es de lo que se trata.

Para este fin, los aprendices además cuentan con formación en aula, en la cual se trabajan habilidades prelaborales y habilidades para la vida diaria, ayudándoles de esta forma a que desarrollen sus capacidades y habilidades tanto en relación al empleo como en relación a cuestiones de su día a día.

Si quieres ser partícipe de nuestra experiencia, solo tienes que venir a comprobarlo a nuestra cafetería Yosíquesé Coffee & Food. Verás que todo lo hacemos con mucho amor, con gran profesionalidad, y con una sonrisa de oreja a oreja.