[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Soy María Jesús Pizarro Coleto, entré por primera vez en Fundación PRODE el día después de Reyes del 2003.

Comencé en un curso de apoyo con mis compañeras, pasando luego al Centro ocupacional  donde participé en la actividad de envasado de huevos ecológicos; posteriormente me incorporé al Servicio de reparto de publicidad. Fue una etapa muy bonita, conocí a mucha gente en Pozoblanco, ya que yo soy de Villanueva de Córdoba. Mis compañeras y yo trabajábamos muy unidas haciendo un buen equipo y nos ayudábamos mucho en todos los aspectos de nuestra vida. En esas fechas  me casé, quedé embarazada y solicité un cambio de actividad a lavandería que me ayudó a tener una mejor conciliación familiar. Estar trabajando durante este tiempo me ha servido para llevar una vida independiente.

Actualmente sigo trabajando en el Servicio de lavandería de Fundación PRODE. En este servicio estoy muy a gusto con  mis compañeras y compañeros, trabajo muy contenta y siento que desarrollo una labor importante para la Fundación.

Durante este año de pandemia, sobre todo, hemos desarrollado mucho más el trabajo en equipo. Ha sido difícil por la situación, pero ha sido el momento de darlo todo. Nuestro trabajo en la desinfección de prendas en esta Entidad, donde hay tantas personas viviendo, ha sido muy importante y vital para todos y todas. La verdad es que Fundación PRODE nos da todos los apoyos necesarios para hacer bien nuestro trabajo, nuestros responsables están al pie del cañón, facilitando todo. Pero quizá, lo más importante es haberme desarrollado como persona y sentirme valorada. Las personas con discapacidad pueden y deben trabajar al igual que una persona sin discapacidad; todas las personas somos iguales y tenemos capacidades.

Tengo dos niñas  de seis y tres años que son mi alegría, mi marido es un buen compañero. Me he desarrollado como mujer y madre, vivo en Villanueva de Córdoba y gracias a que me impulsaron a acceder al carnet de conducir, el cual me lo saqué sin mucha dificultad, tengo autonomía para venir a Pozoblanco a trabajar y no verme limitada ni en lo laboral ni en lo particular.

En PRODE siempre nos dicen que hay que buscar ser felices, pues yo soy bastante feliz a pesar de los baches en el camino, busco hacerme la vida más fácil y con ello, a los que me rodean.

Gracias Fundación PRODE, gracias compañeros y compañeras y, en especial, gracias a mis padres, hermanos y marido que siempre me han apoyado en todo.

 

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